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Coahuila

Guerrero de 8 años: la lucha de Osvaldo Misael contra la leucemia

Osvaldo Misael tiene 8 años y ya enfrenta una de las batallas más duras que puede tocarle a un ser humano: fue diagnosticado con Leucemia Linfoblástica Aguda


  • 21
  • Julio
    2025

Osvaldo Misael tiene apenas 8 años, pero ya enfrenta una de las batallas más duras que puede tocarle a un ser humano: fue diagnosticado con Leucemia Linfoblástica Aguda, un tipo de cáncer que afecta directamente la sangre y la médula ósea.

Desde que los médicos confirmaron el diagnóstico, la vida de Osvaldo y su familia cambió por completo. Las tardes de juegos y escuela fueron reemplazadas por visitas al hospital, tratamientos intensivos y una lucha diaria por la salud.

Su sonrisa, sin embargo, sigue firme. Osvaldo no se rinde, y sus padres tampoco.

Con recursos limitados y tratamientos costosos, la familia ha recurrido a boteos en diferentes puntos de la ciudad, buscando el apoyo solidario de los saltillenses para cubrir los gastos médicos, medicamentos y traslados necesarios para la atención de su hijo.

A través de carteles, mensajes en redes sociales y la presencia en cruceros de la ciudad, los padres de Osvaldo alzan la voz, no para pedir lástima, sino para pedir esperanza: una moneda, un billete, una oración.

“Cada peso que nos dan es un paso más para que nuestro hijo siga luchando”, comparte su madre, conmovida pero con fuerza. “Sabemos que Dios es grande, pero también sabemos que la gente buena hace milagros posibles”.

“A veces no sabemos si al día siguiente vamos a tener para los medicamentos, pero salimos con la frente en alto porque Osvaldo nos da motivos para seguir”, agrega su padre, mientras sostiene un cartel con la foto de su hijo en uno de los cruceros más transitados de Saltillo.

En medio de su lucha, Osvaldo se ha convertido en un pequeño guerrero que inspira a quienes lo conocen. Su historia no solo refleja la dura realidad que viven muchas familias con niños enfermos de cáncer, también es un llamado a la empatía, a la solidaridad y a la acción.

“Yo le llevo una moneda cada vez que paso por el crucero. Siempre me sonríe. Ese niño tiene una fuerza que te mueve el alma”, comenta Laura, una automovilista que diariamente cruza por el bulevar V. Carranza.

“Una vez Osvaldo me dijo que cuando se cure quiere ser doctor, para ayudar a otros niños como él. ¿Cómo no vas a ayudarlo con todo tu corazón?”, dice una voluntaria que los acompaña en los boteos.

La familia de Osvaldo invita a la comunidad a sumarse, ya sea con una aportación en los boteos, compartiendo su historia o simplemente llevando palabras de aliento. Porque cuando un niño lucha por su vida, todos debemos unirnos para que tenga más días de infancia, más risas y, sobre todo, más esperanza.

En Saltillo, la lucha de Osvaldo es también una prueba del corazón de su gente.


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