Saltillo, una ciudad que se desmorona con cada aguacero

Las lluvias registradas durante este mes en Saltillo han generado afectaciones en viviendas, vialidades y vehículos particulares en distintas zonas de la ciudad.

Entre los problemas reportados se encuentran socavones en domicilios, baches profundos, banquetas colapsadas, daños mecánicos por el mal estado de las calles y encharcamientos atribuidos a obras inconclusas o desvíos de cauces naturales.

En la colonia Teresitas, al sur de Saltillo, una vivienda ubicada sobre la calle Coagullas sufrió un socavón la parte trasera luego de que el agua pluvial se desbordara a raíz de un canal inconcluso construido por una empresa privada.

El afectado, César Eduardo Valverde, reportó que el canal fue detenido a dos casas de distancia de la suya, lo que provocó que el escurrimiento impactara directamente contra su terreno.

“Se hizo un socavón que empezó a comerse la tierra debajo de mis cuartos. La barda se desprendió y el piso está cuarteado”, explicó Valverde.

De acuerdo con su testimonio, la constructora colocó piedras como medida temporal, pero las grietas continúan avanzando y teme que el problema se agrave si persisten las lluvias.

En el norte de la ciudad, vecinos del fraccionamiento Villa Vergel denunciaron una anegación sobre la calle Zincamex, provocada por el desvío del cauce natural de un arroyo.

La obra del nuevo Hospital MAC, ubicada detrás del hotel Quinta Real, generó una excavación profunda que interrumpió el flujo del agua, lo que derivó en una acumulación que, según los habitantes, ha debilitado la barda perimetral. 

“Ya solo falta que el agua tumbe la barda del fraccionamiento. Está bien peligroso”, señalaron residentes, quienes solicitaron la intervención del municipio para verificar los permisos de construcción y el impacto hidrológico en la zona.

En vialidades principales como Musa de León, Fundadores, Moctezuma, Eulalio Gutiérrez, Rodríguez y Venustiano Carranza se han reportado baches de gran profundidad, así como hundimientos menores y colapsos de banquetas.

En la calle Abasolo, surgieron una serie de socavones, lo que afectó el paso vehicular y provocó daños a suspensiones y neumáticos.

La situación ha derivado en un incremento considerable en los servicios de reparación de llantas y rines.

En vulcanizadoras del sur y oriente de la ciudad, trabajadores reportan entre 20 y 50 servicios diarios relacionados con afectaciones por baches.

“Lo mínimo que se cobra por una fisura es 450 pesos, pero si el rin está doblado y quebrado, el costo sube hasta 800”, explicó José Pedro Peña, encargado de un taller.

Sergio Becerra, de otro taller ubicado en el sector oriente, señaló que lo más común son “llantas con bola o reventadas. Muchas ya no tienen reparación. Hay rines deportivos que cuestan más de 2 mil pesos”.

Por su parte los conductores afectados relataron que muchas veces no logran esquivar los baches, especialmente cuando hay lluvia.

“No se ven con el agua, y nomás sientes el trancazo”, dijo un automovilista.

Otro ciudadano comentó que perdió una llanta nueva y que el daño le costó 2,500 pesos. “A quién le reclamas, si nadie responde”, expresó.

El gobierno municipal informó que se han desplegado brigadas de bacheo, limpieza y desazolve en las zonas con mayor número de reportes.

Las labores incluyen reparaciones en pavimento, retiro de árboles caídos, atención a vialidades con acumulación de agua y supervisión en puntos de riesgo.

En colonias como Mirasierra, El Toreo y Saltillo 2000, los vecinos señalaron que algunas de las vialidades quedaron intransitables tras los aguaceros. 

“Están bien feos. Hay baches que no se ven con el agua y nomás sientes el trancazo”, señalo un automovilista. 

Las lluvias no solo dejaron agua acumulada, sino también grietas, hundimientos y reclamos.

En Saltillo, cada tormenta expone una red urbana debilitada y una respuesta limitada frente al deterioro, por lo cual los ciudadanos expresaron que mientras no se atienda de raíz la calidad del pavimento, el diseño hidráulico y la supervisión de obras privadas, los conductores seguirán sorteando baches, los vecinos perdiendo bardas bardas, y las reparaciones seguirán costando más de lo que resuelven.

Comentarios