Expertos sugieren carriles reversibles fijos en nuevas vialidades

Para una ciudad que no para de crecer como es la urbe regia, es conveniente que las nuevas vialidades o “freeways” incluyan carriles reversibles fijos que estén delimitados con infraestructura segura, acotamientos y estén bien señalizados, plantearon expertos.

Y es que en la actualidad, en los municipios de Monterrey, San Pedro, San Nicolás y Guadalupe, operan nueve carriles de contraflujo que sí alivian mucho la circulación, pero son de reciente creación, provisionales y delimitados por conos movibles, lo que, según voces, los torna inseguros.

Lo ideal, señalaron, es que estos carriles ya vengan incluidos en las nuevas vialidades, y se usen de acuerdo al nivel de demanda en cuanto a horarios o percances, tal como sucede en Estados Unidos.

De acuerdo con estudios especializados en ciudades norteamericanas, los tiempos de traslado se reducen hasta 60% cuando un conductor usa un carril reversible, mientras que en experiencias de la urbe regia esta reducción es de 90%, de acuerdo con mediciones de autoridades locales.

En la actualidad, en la zona metropolitana se tienen contempladas nuevas vialidades en las que podría aplicar dicha medida, como son las interconexiones, el viaducto elevado de Morones Prieto o el túnel del Cerro de las Mitras. 

En ciudades como Chicago, Illinois, y Houston, Texas, existen “freeways” con carriles reversibles fijos.

Pero esto no surgió de una coyuntura, dijo el experto en movilidad, Moisés López, sino como una política de infraestructura vial que surgió desde los años 60 y 70, en la que el gobierno federal impulsa estas medidas y ayuda a financiarlas.

En algunos casos, indicó, esos carriles son de cuota, pero tienes el privilegio de circular con más velocidad que el resto de los conductores.

“En Estados Unidos, los carriles de alta ocupación, reversibles o no, tienen un origen en los 60, finales de los 70, tienen un modelo de producción de ese tipo de infraestructura, radicalmente distinto al nuestro; ellos invierten en eso, crean las infraestructuras, le meten dinero, no aprovechan la infraestructura que ya existe, construyen infraestructuras en donde literalmente se hace la previsión y se incluyen en esas nuevas infraestructuras".

“Si tienes plata para hacerlo, lo haces, pero lo que te estoy diciendo es que eso ha funcionado en Estados Unidos porque el gobierno federal le da a los estados y a las ciudades dineros a fondo perdido para eso; aquí eso no existe”, indicó López.

El presidente del Movimiento Vial Ciudadano, Ervey Cuéllar, afirmó que para se debe pensar en el futuro aplicando esta medida.

Indicó que para ello existen aditamentos como muros de plástico duro de dos metros de largo por uno de ancho y no los conos o fantasmas que actualmente se usan.

“Las nuevas carreteras deben tener ya sus carriles reversibles para cuando se ofrezcan, no solamente para congestionamientos viales, sino cuando haya accidentes viales que son de alto impacto y debieran tener también salida".

“Yo creo que eso es darle un poquito más de imagen, más de novedad, más de modernización y de prevención a todas las carreteras”, destacó Cuellar.

En vialidades donde podría aplicar la medida: en las interconexiones, el túnel de la Loma Larga, la carretera León o el viaducto elevado de Morones Prieto.

Este miércoles, El Horizonte dio a conocer que expertos proponen que los carriles exprés del Par Vial se utilicen como reversibles en horas pico para aprovechar esos espacios y sacar del caos a esas arterias.

El caso Chicago

En la ciudad de Chicago, los carriles reversibles datan desde principios de los años 60. 

En esa ciudad del estado de Illinois existen tres grandes vialidades reversibles: la autopista Dan Ryan y la Kennedy Expressway; esta última fue la primera en inaugurarse en noviembre de 1960, mientras que la primera se apertura nueve años después.

Y la Eisenhower Expressway es la más reciente de estas tres, ya que se inauguró en 1978 y tiene una longitud de 48 kilómetros (km) desde la calle Canal hasta la carretera Roosevelt.

La autopista Kennedy tiene una longitud aproximada de 28.6 km y recorre desde la ciudad West Loop hasta el aeropuerto O’Hare y se estima que tiene una ocupación vehicular de alrededor de 327,000 vehículos diarios.

Mientras que la autopista Dan Ryan mide 18.4 km desde el intercambio Jane Byrne hasta la intersección con Eisenhower Expressway, tanto la Kennedy como la Dan Ryan conectan en este mismo punto de cruce con la Interestatal 290.

Proliferan en urbe regia contraflujos

Ya sea para tratar de aliviar el creciente tráfico o para sobrellevar cierres viales por obras de infraestructura, los carriles reversibles se convirtieron en una medida recurrente en las principales avenidas de la metrópoli regia.

Y es que en al menos nueve importantes arterias los automovilistas pueden circular a contraflujo en diversas horas del día.

Garza Sada y la Carretera Nacional, Chapultepec, Vasconcelos, Miguel de la Madrid, Morones Prieto, Churubusco, Universidad y Manuel L. Barragán son algunas de las avenidas donde se implementa la estrategia.

La aplicación de estos carriles no distingue de partidos políticos, pues se efectúan por municipios diversos, como Monterrey, San Nicolás y Guadalupe.

“Para mí sí funcionan, yo trato de agarrarlos todos los días porque sí se ve que fluye más rápido la vialidad”, comentó Jorge Flores, tras incorporarse a Revolución desde el contraflujo de Chapultepec.

Durante un sondeo realizado por El Horizonte, usuarios de estas rutas destacaron el ahorro de tiempo que representan.

“Fácil son entre 10 y 15 minutos lo que hacemos menos por el reversible, sobre todo si uno viene desde retirado”, compartió Santiago Salazar.

Así mismo, hay quienes ven un potencial riesgo en que los vehículos circulen pegados y en sentido contrario, únicamente separados por trafitambos y conos.

“Se ocupan muchos más tránsitos porque aquí todos manejamos a lo loco y puede pasar alguna tragedia, la verdad”, consideró Mario Rodríguez.

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